martes, 3 de octubre de 2017

"Punto de no retorno" como eufemismo para no hablar del colapso



Mariano Rosa no habla de colapso en términos estrictos en este artículo, pero lo reconoce tácitamente al decirnos en su periódico militante que el "punto de no retorno" supone desde cualquier ideología (no solo desde la visión marxista) la destrucción total. Esta definición política es claramente progresiva y se celebra viniendo de un partido que se declara anticapitalista. Sin embargo, parece que cuesta mucho que esta palabra "colapso" empiece a aparecer en las caracterizaciones de nuestros partidos anticapitalistas, y es una cuestión que nos deja absortos frente a esa negativa  a tomar en cuenta las abundantes estadísticas, datos, informes, libros, artículos, o la misma realidad con sus hechos verificables que advierten la imposibilidad de detener la caída de nuestra civilización, aún con la esperanza en las revoluciones triunfantes. 

Estamos de acuerdo con Rosa y con Marx que los oprimidos y explotados debemos destruir el estado y no administrarlo, pero ni aquel ni este nos mencionan que puede darse el caso de que las futuras revoluciones -alcanzado el punto de no retorno- no podrán destruir lo que ya estará destruido. Es ahí donde empezamos a ubicarnos, en ese contexto de total incertidumbre , donde la humanidad se encontrará acorralada por la imprevisión y el espontaneismo. 

El MST como cualquier partido político que exponga su preocupación por la crisis ecológica no puede solo manifestar el ideal que se persigue para enfrentarlo, también debe (porque es una posibilidad seria latente) presentar los demás escenarios que se abren y que incluso se demuestran más cercanos. Uno de ellos es que el colapso nos encuentre como a los puertorriqueños, totalmente desprovistos y huérfanos de políticas para hacerse cargo de una posible caída total del sistema. Por ejemplo, ¿de qué serviría que los obreros puertorriqueños tomaran el poder si no pueden garantizar ni la energía y dependen de la ayuda internacional para seguir existiendo? Un partido revolucionario allí solo podría organizar la supervivencia, más no la revolución, ya que el enemigo político sería tan difuso que no estaría claro contra quien se lucharía, si es contra los burgueses supervivientes o los explotados desesperados por alimento, agua o energía. Quiero creer que no volveremos a proponer hacerle la revolución a la naturaleza (aunque como venimos en el debate puede darse cualquier cosa).

Pensar  en hipótesis como esta, suele ser tomado como futurología por muchos marxistas, para de esa manera no discutir ni cambiar nada del confort teórico en el que se encuentran. Pero pensar que la revolución socialista detendrá el colapso es para mí hacer un ejercicio de fetichismo de la teoría. Ningún partido anticapitalista ha podido argumentar sólidamente de por qué deberíamos confiar ciegamente en la revolución para detener supuestamente la crisis ecológica. Y no lo harán porque tampoco ellos saben por dónde empezar. Hagamos la revolución o no, según la comunidad científica y los hechos que se vienen observando,  el colapso no se detendrá. Esperanzar a las masas de que un gobierno obrero se cargará al hombro los incontables dramas actuales y futuros es nada menos que engañarse y engañar. Las revoluciones, si es que llegan, harán lo que tienen que hacer y eso no me preocupa. Lo que sí me impresiona es que hablemos de punto de no retorno, de crisis ecológica, del calentamiento global, de la suba del nivel del mar, del declive de los recursos, de refugiados ambientales, de catástrofes, de millones de toneladas de gas metano con peligro de liberarse, de genocidios, de centrales nucleares que son prácticamente bombas de tiempo, etc. y todavía esquivamos el término colapso como el próximo destino. Cuanto más pronto lo analicemos, lo debatamos, más y mejor será nuestra preparación política y humana. 

https://mst.org.ar/2017/09/27/huracanes-crisis-humanitaria-punto-de-no-retorno-clave-ecosocialista/