martes, 9 de mayo de 2017

En una hora, Carlos Taibo atiende a todo el arco político mundial, con sencillez y lucidez contundente. 



No se salva ni la revolución rusa ni la cubana, menos la socialdemocracia. Todos proyectos políticos absortos e incapaces de dar una respuesta al colapso (combinación explosiva de las varias crisis que se avecinan). Taibo plantea acertadamente que una revolución comandada por algún "ismo" personalista acabará como todas las revoluciones, en burocracias represivas y derrota. con el agregado actual que luego todo habrá terminado (no tenemos otra oportunidad). En la "oferta" no tenemos un proyecto político serio que plantee lo que muchos vemos que hay que plantear en estos tiempos de urgencia: decrecer; descomplejizar las sociedades, despatriarcalizar, desurbanizar, destecnologizar. Esto no supone abandonar las intenciones de la toma del poder, sino que vas más allá de un simple cliché revolucionario como muchos partidos lo repiten hasta el cansancio. El problema será primero cómo salimos del capitalismo y luego cómo nos sostenemos fuera del él (tareas todas que ni las piensan ni se debaten en congresos de izquierda), cuando lo que reina políticamente en estos partidos de izquierda es el sectarismo más asqueroso y que más temprano que tarde terminará repitiendo las derrotas de la revolución rusa, china o cubana y un largo etc. El primer indicio de que estos "ismos" verdaderamente hoy son nefastos, es que reducen la lucha a supuestos estáticos o clásicos y no están preparándose para enfrentar tiempos caóticos.


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