miércoles, 25 de julio de 2018

Que el marxismo se haga cargo del aumento de la temperatura


Ya no solo tendremos que tener una política contra la burguesía, ya debemos tener una política contra el umbral de no retorno. Mientras sigamos creyendo que estamos peleando contra un solo enemigo, hay uno más poderoso que está a punto de desatar todo su poderío sobre nuestras cabezas y contra el cual no estamos oponiendo ninguna resistencia: la reacción de la naturaleza.

Lugares como Finlandia están llegando a temperaturas de 33 ° C, lo que significa que el ártico está en peligro de ser trastocada en lo inmediato y puede acelerar los procesos de desequilibrio ambiental en magnitudes impredecibles.

Si el marxismo solo sirve para denunciar la explotación y enseñar hasta el hartazgo (y encima antipedagógicamente) conceptos teóricos de implicancia política, cultural y económica y nada más, también se estaría volviendo inútil para ralentizar esta tragedia. ¿Cuál es la política que se está construyendo desde el marxismo para este punto crucial de la historia humana, el umbral de no retorno? ...

Y cuando hablo de marxismo, no me refiero a escritores marxistas, porque hay varios que hace tiempo vienen trabajando sobre el tema, sino a las organizaciones y partidos que se autoproclaman marxistas y que en vez de proponer debates internos sobre tan importante asunto y posibilitar la incorporación de consignas que den cuenta de su conciencia sobre la problemática, se esconden en la chicana y en el ninguneo.

http://www.elmundo.es/internacional/2018/07/20/5b51b38022601dc97a8b4609.html

lunes, 23 de julio de 2018

El minusválido "aporte" deTrotsky a la lucha ecológica.





Dentro del marxismo, el trotskismo no ha sumado casi en nada al debate sobre los límites de la biosfera, porque sus mentores y defensores se creen superiores a la naturaleza y claramente tienen una idea de dominación no muy diferente a los pensadores capitalistas. El marxismo deberá ser ecosocialista o no ser nada.

Este era el pensamiento de Trotsky en 1923 sobre la cuestión ambiental: "El emplazamiento actual de las montañas, ríos, campos y prados, estepas, bosques y orillas no puede ser considerado definitivo. El hombre ha realizado ya ciertos cambios no carentes de importancia sobre el mapa de la Naturaleza; simples ejercicios de estudiante en comparación con lo que ocurrirá. La fe sólo podía prometer desplazar montañas; la técnica, que no admite nada “por fe”, las abatirá y las desplazará en la realidad. Hasta ahora no lo ha hecho más que por objetivos comerciales o industriales (minas y túneles); en el futuro lo hará en una escala incomparablemente mayor, conforme a planes productivos y artísticos amplios. El hombre hará un nuevo inventario de montañas y ríos. Enmendará rigurosamente y en más de una ocasión a la Naturaleza. Remodelará en ocasiones la tierra a su gusto. No tenemos ningún motivo para temer que su gusto sea malo. (…) El hombre socialista dominará la naturaleza entera (...) por medio de la máquina. Designará los lugares en los que las montañas deben ser abatidas, cambiará el curso de los ríos y abarcará los océanos", 
Es decir, como se lee arriba, una idea bastante fetichista del dominio de la naturaleza, lo que lo emparenta con el actual dominio del capitalismo. 

Aquí un artículo de Daniel Tanuro sobre este legado polémico del fundador del ejército rojo, al que hay que poner en su justo lugar: 

http://vientosur.info/spip.php?article14031