Hay que
dejar el antropocentrismo y pasarse al gaiacentrismo (Gaia = biosfera) . Aunque seamos humanos y
defendamos humanos, no es razón para desconocer la existencia de la empatía,
esta vez con Gaia. Nuestro conflicto surge porque la modernidad capitalista se
ha des-integrado de la gaia, es decir su modelo civilizatorio se ha hecho insostenible.
Un físico español, Carlos de Castro Carranza, habla de la necesidad de reivindicar lo que él llama el Principio de
humildad, el cual debe reconocer que Gaia lo hace y lo hará siempre mejor que nosotros. Por ejemplo, la sociedad capitalista moderna presume de la fábrica de
coches Minis Cooper en Inglaterra. Sin embargo, esa tecnología es una mierda comparado con una bacteria. Desde
el punto de vista de los procesos, de la complejidad como el de la regulación, es una mierda. Otro
ejemplo, los fertilizantes buscan fijar el nitrógeno. Mientras los hongos lo
hacen en cualquier sitio a temperaturas y presiones normales, nosotros necesitamos hacerlo a 400
grados de temperatura y presiones de varias atmósferas, etc. O sea, mucho más costoso para hacer lo que un simple hongo hace a
temperatura ambiente. No tenemos tecnología para hacer eso. Fijar el nitrógeno
de una manera eficientemente barata, simplemente, no podemos, mientras que la tecnología Gaia sí.
Vayamos a
otro ejemplo, comparemos la planta fotovoltaica con un árbol. Comparemos ambas tecnologías,
la fotonsíntesis con el proceso fotoeléctrico.
Primero digamos que la planta
fotovoltaica es una tecnología de punta, y solo está disponible en algunos
lugares, mientras que la tecnología del árbol está por cualquier lado.
A decir
verdad, la planta fotovoltaica solo transforma en electricidad el 2% o menos de
la radiación que recibe (otro cantar es ese 20% que dicen los tecnólatras que
se dan en condiciones de laboratorio). Por el lado de la fotosíntesis, se habla
de una transformación del 1%. Pero la diferencia es que mientras la planta
fotovoltaica solo produce electricidad (y en términos negativos provoca daños
colaterales como los residuos) , el árbol tiene multifunciones, que además de
producir fotosíntesis produce energía almacenada. Un árbol produce
aproximadamente 10 vatios. A su vez, el árbol alimenta energéticamente a todos los
animales. En la biosfera todo se mueve gracias a la fotonsíntesis. Los animales
se alimentan de plantas y están los que
se alimentan de animales que a su vez se alimentaron de plantas; por lo que
toda esa energía fluye gracias a los árboles. Pero como si fuera poco, un árbol
se adapta a los cambios y se reproduce (las plantas fotovoltaicas no lo hacen),
así como se alimenta solo y se autorepara. Además, el árbol bombea agua. Con todo
esto se calcula que el rendimiento de un árbol en términos energéticos es del
50 %, algo muy superior al 2% de la planta fotovoltaica.
En fin, la
tecnología gaiana, como lo es la de los árboles, es tan superior que además de
todo lo dicho anteriormente colabora con los ciclos del agua, del oxígeno, del
carbono, del nitrógeno y del fósforo. El árbol es uno de los grandes ingenieros
de la biosfera.
La
civilización humana, a pesar de su pedantería promovida por la modernidad
capitalista, no solo no le hace ni sombra al árbol en materia tecnológica, sino
que es la muestra decadente de un mundo al borde del colapso.
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