En 1972, justo antes de
la crisis del petróleo, el club de Roma le encargó al MIT de Massachusetts que
elaborara un informe sobre los límites del crecimiento. Este libro es quizás
uno de los más importantes del siglo por su planteo correcto del problema más
acuciante para la civilización. En dicha obra se anticipaba que en el
transcurso del siglo XXI los límites del crecimiento serían sobrepasados con la
respectiva consecuencia de una caída abrupta de la población y de la actividad económica. Esto no es otra cosa que el colapso de
la civilización industrial. Han pasado 45 años de aquella alerta de uno de los
mejores trabajos fundamentados sobre la imposibilidad de la extralimitación del
capitalismo; Sin embargo, en vez de haber tomado en serio la advertencia, el
escenario es descorazonador, Trump (representante del país más responsable de
la contaminación mundial) como un cabeza dura persiste en seguir en la era de
la megacontaminación petrolera, y para colmo de peores, la izquierda revolucionaria afirma que no tiene ni siquiera planes de atender el asunto, supongo por una cuestión de fe en que hay todavía tiempo para continuar con la misma estrategia política de cien años atrás y que los datos científicos ofrecidos suponen capaz un "verso" (todavía sigo esperando que sus cuadros y dirigentes rebatan cada uno de los datos ofrecidos, los cuales son de una magnitud y consistencia bastante visible). Por otra parte, el libro resistió fuertes
embates de los negacionistas ecológicos, estos seres que propenden a considerar
la técnica como una variable independiente, con capacidad para resolver
problemas que son esencialmente no técnicos. Increíble ignorancia la de estos
perejiles. Alrededor de la idea de singularidad tecnológica (incluso cierta
izquierda lo aboga) se está levantando toda una narrativa cripto-religiosa que
alimenta la idea de un programa salvífico basado en la superación tecnológica
del ser humano y sus constricciones corpóreas.
Impresiona cómo muchos marxistas nos hablan de que los estudios científicos no tienen validez si es que no son supervisados por la teoría marxista o si no son hechos por marxistas. No sé si son trogloditas o se hacen o no tienen cómo argumentar sus posiciones sin caer en la grosería y la descalificación. Un marxismo que no se nutre de todos los datos de la realidad no es marxismo. Un marxismo que se niega a discutir el colapso es un marxismo inútil.
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