Aquel que vio el final del Planeta de los
Simios seguramente no puede esquivar el shock que provocó esta imagen (un hito
del cine). Una civilización opulenta en ruinas!!! Ni Taylor (Charlton Heston) ni
el televidente podían asimilar semejante destino, era toda una provocación en
aquellos años años del estreno (1968). Sin embargo, fuera de la ficción, las
civilizaciones humanas no han tenido otro destino que el colapso y la
extinción. La nuestra, la occidental, como en la película, va camino a recrear aquel final del film. Solo una
cosa nos diferencia (y para mal) de las civilizaciones anteriores, y es que la
globalidad hará que el colapso sea total y no regional como lo fue con las
precedentes. Cuando Taylor llegó a entender que el hombre moderno hizo mierda
su propio mundo lo único que pudo hacer es llorar y maldecir. Bueno, a este
ritmo lo único que estamos haciendo con el problema es generar Taylores que
solo podrán maldecir arriba de las ruinas.
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