martes, 9 de mayo de 2017

Angelus Novus de Paul Klee

Esta pintura (Angelus Novus de Paul Klee), desde que la descubrió Walter Benjamin, siempre estuvo colgada en los lugares donde vivió. El cuadro remite a una leyenda talmúdica, que en definitiva fue lo que inspiró a su teoría del "ángel de la historia". Siendo yo un ateo confeso, pero materialista histórico al fin, no puedo no reivindicar la idea benjaminiana de que el progreso es un camino a la catástrofe. La tesis de la historia de Walter Benjamin, aún siendo de tinte mesiánica, no se ha apartado ni un centímetro del materialismo histórico. Por tanto, es correcta. Nuestra historia humana va camino a la destrucción. Reproduzcamos su tesis IX:
" En el cuadro se muestra a un ángel que parece a punto de alejarse de algo que le tiene paralizado. Sus ojos miran fijamente, tiene la boca abierta y las alas extendidas; así es como uno se imagina al Ángel de la Historia. Su rostro está vuelto hacia el pasado. Donde nosotros percibimos una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única que amontona ruina sobre ruina y la arroja a sus pies. Bien quisiera él detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado, pero desde el Paraíso sopla un huracán que se enreda en sus alas, y que es tan fuerte que el ángel ya no puede cerrarlas. Este huracán le empuja irremediablemente hacia el futuro, al cual da la espalda, mientras los escombros se elevan ante él hasta el cielo. Ese huracán es lo que nosotros llamamos progreso".


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