sábado, 3 de junio de 2017

Hay marxistas que solo han aprendido a rezar la oración de la lucha de clases

En 1972, justo antes de la crisis del petróleo, el club de Roma le encargó al MIT de Massachusetts que elaborara un informe sobre los límites del crecimiento. Este libro es quizás uno de los más importantes del siglo por su planteo correcto del problema más acuciante para la civilización. En dicha obra se anticipaba que en el transcurso del siglo XXI los límites del crecimiento serían sobrepasados con la respectiva consecuencia de una caída abrupta de la población y de la actividad económica. Esto no es otra cosa que el colapso de la civilización industrial. Han pasado 45 años de aquella alerta de uno de los mejores trabajos fundamentados sobre la imposibilidad de la extralimitación del capitalismo; Sin embargo, en vez de haber tomado en serio la advertencia, el escenario es descorazonador, Trump (representante del país más responsable de la contaminación mundial) como un cabeza dura persiste en seguir en la era de la megacontaminación petrolera, y  para colmo de peores, la izquierda revolucionaria afirma que no tiene ni siquiera  planes de atender el asunto, supongo  por una cuestión de fe en que hay todavía tiempo para continuar con la misma estrategia política de cien años atrás y que los datos científicos ofrecidos suponen capaz un "verso" (todavía sigo esperando que sus cuadros y dirigentes rebatan cada uno de los datos ofrecidos, los cuales son de una magnitud y consistencia bastante visible). Por otra parte, el libro resistió fuertes embates de los negacionistas ecológicos, estos seres que propenden a considerar la técnica como una variable independiente, con capacidad para resolver problemas que son esencialmente no técnicos. Increíble ignorancia la de estos perejiles. Alrededor de la idea de singularidad tecnológica (incluso cierta izquierda lo aboga) se está levantando toda una narrativa cripto-religiosa que alimenta la idea de un programa salvífico basado en la superación tecnológica del ser humano y sus constricciones corpóreas. 
Impresiona cómo muchos marxistas nos hablan de que los estudios científicos no tienen validez si es que no son supervisados por la teoría marxista o si no son hechos por marxistas. No sé si son trogloditas o se hacen o no tienen cómo argumentar sus posiciones sin caer en la grosería y la descalificación. Un marxismo que no se nutre de todos los datos de la realidad no es marxismo. Un marxismo que se niega a discutir el colapso es un marxismo inútil.


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