jueves, 25 de mayo de 2017

Estamos en el Titanic, ¿qué hacer?

Titánic, en clave colapso ilustra las distintas conductas que el hombre tomará frente a dicho fenómeno inminente: rezar, suicidarse, sobornar para encontrar plaza en un bote, contar un cuento a tus hijas en espera de la muerte, pedir una copa de champagne, entretenerse en un problema de celos, abandonarse (el capitán), jugar al fútbol con el hielo, ponerse el chaleco salvavidas (que no sirve para el frío), intentar comprar la salvación (aunque el dinero ya no vale), tocar música, creer en lo improbable (el que vuelve por si alguien a sobrevivido a la congelación), luchar por los derechos de las personas de tercera clase u organizar el salvamento. 

Nuestro colapso, a diferencia del histórico barco, no durará unas horas, sino décadas. Y tendrá esas mismas opciones de conductas. La elección que la humanidad haga de esas conductas, pero principalmente lo que se haga para colaborar en esa elección, será clave en la tarea titánica de la resistencia, de la organización del salvamento de la humanidad.

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