sábado, 27 de mayo de 2017

Marxismo y la biosfera no se contraponen

Vladímir Vernadski, científico comunista, logró impresionar con esta obra a nada menos que al mayor teórico de la revolución rusa (el propio Lenin lo llamó el chico de oro). Bujarin llegó a la convicción de que situar la historia humana dentro de un contexto mayor de la biosfera era un esencial elemento de la puesta al día del materialismo práctico de Marx (algo que hoy no vemos para nada en la izquierda anticapitalista).Bujarin emprendió una batalla contra los elementos burdos del materialismo mecanicista, no solo al fascismo y al misticismo. Comprendió que hay demasiada gente que ni se imagina la inmensa riqueza de las formas de vida que actúan directa e indirectamente en los procesos químicos y físicos de la naturaleza. Era consciente, además, que la visión triunfalista de la relación humana con la naturaleza es ingenua, que en realidad suponía una compleja relación recíproca que conlleva la coevolución. Para muchos marxistas que no leen la biblia, con Bujarín se murieron los pocos marxistas ecológicos rusos. En pleno siglo XXI, lo siguen matando (fue fusilado por Stalin) con la indiferencia, pero esta vez los criminales son los antiestalinistas. Paradojas de la historia.


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